22 Ago Un otoño con estampado de leopardo
Lentamente, de una forma tan cadenciosa que no nos hace sospechar, la idea del otoño se va dibujando en nuestra mente y junto a ella, una necesidad de cambios, de tendencias y de prendas a estrenar. Y es que septiembre viene acompañado de esa sensación de nuevo, de algo que comienza, como si el año verdaderamente se iniciase ahora y no en enero. Tras la lista de propósitos para el ‘nuevo curso’ viene otra lista más extensa y apetecible: la de nuevas incorporaciones al fondo de armario. Y si algo han dejado claro
Uno de los animales más bellos del mundo inspira el estampado estrella en el armario otoñal. Éstas son las prendas y las claves para sumarse al animal print
Tenemos que admitir que, al igual que le ocurre al estilo étnico en verano, el estampado de leopardo, a fuerza de reincidir temporada tras temporada, pierde en la práctica el título de tendencia para convertirse en básico esencial.
Es como una metáfora que nos recuerda que, aunque con el regreso a la rutina diaria se limita la libertad de la que se disfruta en vacaciones, no debemos olvidar nuestro lado más salvaje y natural. Así que, mientras las hojas de los árboles amarillean, las prendas se suman a las tonalidades felinas con fuerza.
Son muchas las referencias que encontramos sobre la pasarela, desde los impresionantes guantes altos lady-like de Christian Dior, hasta el estilo más urbano del total look de Miu Miu pasando por Blumarine, clásicos como Roberto Cavalli y Acne Estudio.
En cuanto a las instrucciones de uso, son complejas -conviene evitar el ‘efecto disfraz’- pero siguiendo unas sencillas premisas se puede alcanzar el éxito conquistando el animal print.
La primera se refiere a la combinación con otros estampados, hecho que se reserva exclusivamente para quienes hayan alcanzado un nivel superior en el dominio del exceso, en caso contrario, los básicos de colores neutros como el negro -especialmente el cuero- y el tejido denim se convertirán en los mejores aliados para el día; el rojo y el burdeos para las noches más largas y el pelo largo sintético -preferiblemente en abrigos- en las ocasiones más especiales.