Las siluetas holgadas -pero nunca informales- han sido la norma en el desfile primavera-verano 2010 de Lemoniez, que se ha iniciado con una línea en tonos camel que evoca el estilo colonial con sus líneas depuradas y sus sombreros de rafia, obra de Charo Iglesias.
Lemoniez prescinde del pantalón en esta colección para centrarse en el vestido de cóctel y el conjunto de top y falda de algodón. Así , el cuello de pico se transforma en una gran solapa que recorre el vestido hasta unirse con el bajo, o amplios y fluidos chalecos se alargan hasta transformarse en vestidos. Las mangas se abren y caen con gran movimiento, y largos pliegues ondulantes recrean la feminidad más clásica.
La ornamentación viene dada por las propias soluciones de patronaje.
La paleta cromática no ha sido amplia, apenas grises, lilas y arenas. Tan sólo los estampados geométricos en azul o negro sobre crudo han aportado una nota muy sutil de color en forma de vestidos camiseros o tipo túnica de crêpe de China.
Colección Primavera Verano 2010
Primavera Verano 2010