Crisis es cambio, crisis significa oportunidad. Es lo que ha debido pensar Roberto Verino cuando ha decidido dar un paso adelante y embarcarcarse en una colección brillante y diferente, con un marcado toque oriental, que posa su mirada en Bizancio y le aleja de aburridos looks minimalistas que podrían surgir de cualquier firma de moda high street.
Verino retoma el testigo oriental en Cibeles con una serie de looks que sorprenden por exhibir una estética cuidada el detalle.
Si Ralph Lauren se encargó de mostrar su visión chinoise con sus impecables looks black & red en la semana de la moda de la Gran Manzana, Verino retoma el testigo oriental en Cibeles con una serie de looks que sorprenden por exhibir una estética cuidada el detalle.
Así, peinados neopunk, maquillaje pastoso, cuñas basadas en los tradicionales Okobo japoneses y apetecibles bolsos con borla, en definitiva todo aquello que rodea las prendas, ha sido estudiado al detalle y el diseñador no ha dejado lugar a la improvisación con el fin de crear una estética firmemente definida. ¿Lo mejor? Sin duda esos maravillosos abrigos oversize –algunos con patrones capa, otros a modo de batín años 20 de inspiración Paul Poiret y con cortes Kimono- trufados de metalizados, pan de oro y plata, y con algunas escuetas alusiones al punto grosso en mangas abullonadas de campana.
Otoño Invierno 2011 - 2012