20 Sep Siete marcas españolas relatan cómo consiguen producir ropa sostenible
Cuatro años después del accidente de Bangladesh, ‘Slow Fashion Next’ celebra esta semana diferentes actos para reivindicar una producción justa y con conciencia.
Marisa Fatás publica un extenso artículo en la sección de SMODA del El PAÍS, en el analiza este fenómeno de la moda y su repercusión medioambiental.
#QuiénHizoMiRopa?, campaña que busca generar conciencia sobre el verdadero coste social y medioambiental del fast fashion, es la pregunta que conquista internet en el Fashion Revolution Day. Todo empezó El 24 de abril de 2013 con el derrumbe de Rana Plaza, un edificio a unos 30 kilómetros de Dhaka, Bangladesh, en el que se concentraban varias fábricas textiles que suministraban productos a cadenas internacionales de moda.
Las imágenes del desastre, en el que murieron 1.134 personas y más de 2.500 resultaron heridas, dieron la vuelta al mundo. Y fue así como esta tragedia arrojó luz sobre el origen de la ropa barata –hasta entonces desconocido e ignorado– y la realidad de los trabajadores esclavizados del textil en países pobres. Como consecuencia nació Fashion Revolution Day, un movimiento originado por Carry Somers y Orsola de Castro en Londres, que pronto comenzó a extenderse y que actualmente está presente en 93 países.
Siete marcas entre ellas Yellow & Stone, participan activamente en este movimiento dirigida a la sostenibilidad en la moda:
Yellow & Stone
“Decidí crear una marca de ropa para poder hacer piezas con identidad propia y duraderas, de una manera sostenible para mi comunidad y para mí, formando parte de todo el proceso de producción, donde las prendas pasan de ser planas a cobrar vida. Por eso, las mujeres que fabrican mis colecciones son profesionales cualificadas, tienen salarios y horarios dignos y manos de oro. Se hace todo en un taller mediano en Madrid, luminoso y alegre, nos tenemos cerca y eso se traduce en un trabajo hecho con mucho mimo.”
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